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martes, 22 de marzo de 2011

FELIPE NO COGIÓ SU FUSIL


Autor: Arturo Del Villar
Presidente del Colectivo Republicano "Tercer Milenio"


Tenemos un tripríncipe, de Asturias, Girona y Viana, al que los vasallos estamos pagando todos los gastos desde que nació, hace ya de eso 43 años, y resulta que cuando tenía la oportunidad de demostrar su utilidad la desperdicia.

Ahora que los tercios españoles se van a hacer la guerra contra los infieles por esos mundos, se supone que el tripríncipe debe ponerse a su frente, ya que es teniente coronel del Cuerpo General del Ejército de Tierra, capitán de fragata del Cuerpo General de la Armada, y teniente coronel del Cuerpo General del Ejército del Aire.

Pues con tanto cuerpo parece que al tripríncipe solamente le interesa otro cuerpo, en el que procrear sucesores al trono, pero de los militares, nada. Ha tenido dos hijas, y con eso cumplió su papel de heredero procreador de herederos que garanticen la continuidad de la dinastía. La guerra para los vasallos, que no sirven para otra cosa, aparte de pagar todos sus gastos, incluso sus elegantes uniformes militares, muy útiles para presenciar los desfiles desde la tribuna.

Echando cuentas de lo que nos ha costado su sustento integral durante 43 años, más el de su consorte y el de sus hijas, resulta un tripríncipe carísimo, al que no le encontramos ninguna rentabilidad. Ahora mismo debiera estar en Libia, al frente de los soldados de tierra, pilotando uno de esos aviones que vuelan cuando tienen el viento favorable, y comandando la fragata o el submarino que nos regalaron los gringos cuando terminaron de rodar la película. Pues no es así, se ha quedado en su casita con su mujercita y sus hijitas. Una oportunidad perdida de ganar una medalla más para colgarse en los uniformes junto a las otras.

¿Cómo ganan las condecoraciones los príncipes, si no van a la guerra al frente de sus tropas? He aquí una pregunta improcedente. Las ganan lo mismo que ascienden en el escalafón: porque para eso son príncipes y tienen la sangre azul, es decir, con hemofilia.

Otra pregunta indiscreta: ¿para qué sirve un príncipe? La única respuesta que se nos ocurre es que para despertar a la bella durmiente de su sueño inducido. Pero eso sucedía en el viejo cuento. Ahora el príncipe no quiere que la durmiente se despierte, para evitar que le haga esa misma pregunta. Así que le da el opio del fútbol a todas horas, para que continúe drogada y no se cuestione la necesidad de tener un príncipe de cuento al que pagar todos sus gastos.

Sin embargo, algún día despertará la Niña Bonita de su letargo, y explicará a los vasallos cómo deben invertir su dinero para obtener beneficios, en vez de derrocharlo inútilmente en la compra de elegantes uniformes militares de los tres cuerpos, en los que colgar las condecoraciones. Y ese día, colorín colorado, el cuento se habrá acabado, y empezará la realidad, que será real, pero sin realeza.

sábado, 19 de marzo de 2011

NO A LA GUERRA


La República.es (Editorial)

"Las potencias occidentales, dispuestas a atacar en horas".

"La OTAN se reúne en Bruselas para ultimar los preparativos"

"Francia, Reino Unido y EEUU liderarán la acción en Libia"

"España participará en el ataque contra Libia".

"El ataque a Libia pude producirse en horas".

Los medios occidentales braman a favor del ataque contra Libia mientras quienes aprovecharon el NO A LA GUERRA para su asalto al poder (como en su día aprovecharon el NO A LA OTAN), se enfundan su uniforme militar y preparan la maquinaria de guerra para la invasión.

Cientos de miles de civiles, de mujeres y niños, ancianos... esperan ansiosos las bombas de la libertad de la OTAN, las mismas que caen cada día en Afganistán para liberar al pueblo de su opresión. Las mismas que arrasaron de libertad Irak a costa de unos cuantos cientos de miles de muertos.

Las bombas de la libertad no liberarán los países gobernados con mano de hierro por "nuestros hijos de puta", hasta que dejen de ser "nuestros hijos de puta" y sean unos hijos de puta sin más. Mientras tanto no existirán esos países en los telediarios ni en las portadas de los diarios.

Lo cierto es que a quienes hoy dicen NO A LA GUERRA les acusan de defender tiranías, al igual que hacía el PP hace 8 años. Del NO A LA GUERRA y el NO A LA OTAN se ha pasado al SI A LA GUERRA y al SI A LA OTAN. Bush y Aznar ya no gobiernan, pero han dejado un legado ideológico que hoy florece al son de los tambores de guerra contra Libia.

¿Era mejor Sadam que Gadafi? ¿Valían más los civiles iraquíes que los libios?