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martes, 16 de noviembre de 2010

Homenaje a Manuel Azaña


Montauban (Francia), noviembre de 2010. Se conmemoró el setenta aniversario del fallecimiento de Don Manuel Azaña, Presidente de la II República Española. Sentimientos a flor de piel; emoción… y también nostalgia. Un horizonte de banderas tricolores embellecía aún más, si cabe, la hospitalaria ciudad gala. Unas llevadas por descendientes de exiliados republicanos españoles y otras por correligionarios de toda España.

En el modesto mausoleo de Azaña está esculpido su mensaje de PAZ, PIEDAD y PERDON. En España algunos no hacen caso de él. Ciertos herederos del más casposo anarquismo y, sobre todo, del todavía más casposo nazismo denigran en Internet su arbitral figura, recordando la aciaga dialéctica del puño y las pistolas que desembocaron en la Guerra Incivil.

Suena el himno de Riego. Las banderas se abaten sobre la tumba de Don Manuel. Parlamentos varios. El directivo de la RED REPUBLICANA, Juan Armindo Hernández Montero, enaltece la figura de Azaña y manifiesta la adhesión de la entidad y sus representadas a los actos recordatorios, acabando con un ¡Viva la III República! Después, entusiasta comida de confraternización. Luis Barcenilla comunica a los comensales que la RED REPUBLICANA ha dirigido una instancia al Alcalde solicitando erigir en Madrid un monumento a Manuel Azaña.

En la tarde, visita a los siniestros campos de concentración donde hacinaron a los exiliados, a sus extensos cementerios, a la estación desde la cual salieron hacia los campos de trabajo y exterminio nazis… En todo momento se hizo patente el afecto y compañerismo de los organizadores, descendientes de los infortunados hombres y mujeres expatriados, que
mantienen viva la memoria de Don Manuel Azaña haciendo de su tumba un santuario de peregrinaje como hacen los católicos en la no muy lejana Lourdes.

Un año más, a pesar del veto mediático, se ha demostrado que la figura y el pensamiento político de Don Manuel Azaña siguen plenamente vigentes.

RED INTER CIVICO REPUBLICANA

domingo, 14 de noviembre de 2010

Dios no tiene prisa


Autor: Rafael Fernando Navarro
(http://marpalabra.blogspot.com/)


El Presidente Zapatero ha decidido no someter por el momento a debate la ley de Libertad Religiosa. Y ha fundamentado su decisión en una obviedad: no hay posibilidad de consenso entre las dos grandes fuerzas políticas. El programa electoral del PSOE había prometido que en esta legislatura se promulgaría una Ley de Libertad religiosa que explicitaría la aconfesionalidad del Estado definida en la Constitución. Benedicto XVI sobrevoló el suelo español criticando el laicismo agresivo presente en España y comparando el momento actual con los acontecimientos de los años treinta que desembocaron en un golpe de estado, una guerra civil y cuarenta años de dictadura bendecida por la Jerarquía eclesiástica como cruzada vencedora del comunismo. Y así nos fuimos arrastrando, aplastados por la santa bota militar de una Caudillo por la gracia de Dios y un nacionalcatolicismo narcotizante. Casi ochenta años después seguimos llevando marcada la historia por báculos y fusiles.

Soñábamos libertad. Libertad grande como una plaza donde bebernos la alegría, brindar por el mañana y comernos la esperanza. Fue por el setenta y cinco. Noviembre, veinte. Arias Navarro descatalogándose a sí mismo, precipitándose historia abajo, horizontal para siempre la soberbia autocrática techada de granito por Cuelgamuros. La Constitución del 78 rompía viejos esquemas. Se inauguraba el viento, el mar, el hombre. Lo humano estaría siempre a la cabeza de la marcha. Valía la pena empezar a sentir la propia existencia a los veinte, a los treinta, a los cuarenta años. Parte de nuestra vida sería constitucional.

La Constitución es una matriz dinámica. Cosificarla para adorarla es una idolatría vacía. Debe ser fluida como un río vivificante. Y nutriendo su novedad, la aconfesionalidad del estado que debe incorporar una Ley de Libertad religiosa para el positivo desarrollo de un laicismo que significa autonomía plena, donde el hombre lo es por sí mismo, incluso donde el hombre puede ser religioso porque primero es hombre.


Su puesta en marcha requiere evidentemente un consenso social. Pero ese acompañamiento lo debe buscar el partido gobernante donde se encuentre. Los últimos Presupuestos se han aprobado por el hombro arrimado de minorías, manteniéndole la mirada a una oposición obsesionada con los jardines de La Moncloa. Parapetarse en la falta de acompañamiento del Partido Popular, es disfrazar la propia cobardía. Lo menos que se puede exigir por parte de la ciudadanía es su alumbramiento. Si por culpa de otros se aborta, sabremos a quién culpar. “La Ley de Libertad religiosa es importante, pero no urgente” ha dicho Zapatero. La urgencia viene dada por su importancia intrínseca –y nadie puede negarle relevancia- y por el tiempo de espera para su desarrollo –treinta y dos años ya.

El Partido Popular está preocupado por la expulsión de rumanos gitanos, por el exilio de los inmigrantes sin trabajo, por la ley del aborto y del matrimonio homosexual, resucitando a los GAL, jaleando el número de parados como un trofeo y por tanto no dispuesto a llegar a un acuerdo fecundo sobre libertad religiosa. Tiene su origen en Manuel Fraga en cuya cabeza dicen algunos que cabe el Estado, aunque da miedo el estado que le cupo durante muchos años. Y si a su situación de confrontación continua se une la dependencia que muestra de Rouco Varela y su exigencia de que Europa y España vinculen su futuro a sus raíces cristianas, resulta lógica la actitud de reserva de Zapatero. Pero no por eso deja de ser cobarde el alejamiento de un elemento definitorio de una España ajena al nacionalcatolicismo.

No siempre se consigue la utopía. Renunciar a ella es derrumbar el futuro.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El cepillo del Estado sigue manteniendo a la Iglesia


Publicado en: www.diagonalperiodico.net

El economista y miembro de Europa Laica Enrique Ruiz del Rosal ha analizado para DIAGONAL la última Memoria de Actividades presentada por la Conferencia Episcopal Española recientemente.



EDUCACIÓN CATÓLICA. 5.000 millones es el coste que tiene la educación católica para todos los contribuyentes.

Enrique Ruiz del Rosal, economista y miembro de la Junta Directiva de Europa Laica, ha elaborado un trabajo de análisis a raíz de la publicación de la Memoria Justificativa de Actividades de 2008, presentada recientemente por la Conferencia Episcopal Española (CEE). Según este análisis, el Fondo Común Interdiocesano (FCI) se nutre de la asignación de los Presupuestos del Estado y de las aportaciones de las diócesis en una proporción en la que cada vez es mayor el peso de la aportación de las arcas públicas, que supone un 92 % frente al 8% que aportan las diócesis.

Sin embargo, en la distribución de este Fondo Común Interdiocesano se observa que la mayor parte se destina a sufragar los gastos de las diócesis, a la remuneración de obispos y clero en general, incluida su Seguridad Social, a financiar Universidades Católicas (incluidas las ubicadas en el extranjero, como Roma y Jerusalén), y tan solo una mínima cantidad se destina a actividades pastorales (acompañamiento, asesoramiento espiritual, formación, catecumenado… de sus fieles).

Aparte de los datos referidos al FCI, la memoria ofrece también cifras de la actividad litúrgica de la Iglesia Católica en 2008, en el que ésta omite cifras de asistentes a misa dominical, destaca el incremento de bautismos y no puede ocultar una caída drástica de primeras comuniones y bodas. También alude al número de religiosos que operan en el Estado español: 77.000 (20.390 son sacerdotes), a los que hay que sumar más de 70.000 catequistas. Respecto al trabajo pastoral desarrollado por estas personas, se afirma en la memoria que han sido 45.200.000 horas, de las que 34.800.000 corresponden a la actividad pastoral de los sacerdotes diocesanos.

La memoria también aborda la “actividad educativa”, indicando que existen 6.041 centros educativos católicos atendidos por 112.439 personas y que cuentan con 1.370.151 alumnos. La iglesia llega a la conclusión de que con ello ahorran al Estado 4.148 millones de euros. Como conclusión de su trabajo, Enrique Ruiz del Rosal cree que “los datos contenidos en esta Memoria son pura propaganda interesada, que entre aportaciones directas e indirectas (exenciones fiscales, etc.) de todas las administraciones públicas son muchos miles de millones de euros los que recibe la Iglesia Católica sin que exista un control de la utilización que se realiza de caudales públicos, todo ello al amparo de los acuerdos con el Vaticano de 1979”.

Respecto a las cifras sobre la actividad litúrgica que recoge la memoria, Ruiz del Rosal señala que “la ausencia de datos sobre la asistencia a misa dominical es una clamorosa omisión, si hasta hace poco en la web de la Conferencia Episcopal se hablaba de diez millones de personas pese a que ya para 2007 se evaluaba esa asistencia entre 7 y 8 millones de personas. Habrán considerado que es mejor ahorrarse una mentira”. Este miembro de Europa Laica se muestra crítico en lo referente a las cifras de bautismo: “los 335.000 que aparecen en la memoria de 2008 suponen un incremento de 18 % respecto a los de 2007, incremento que es muy superior al del crecimiento vegetativo de niños de entre 0 y 4 años, sin indicar de qué fuente estadística proceden los datos”. Para Ruiz del Moral “el aspecto numérico queda empequeñecido ante la esencia misma de este acto litúrgico cuya pervivencia atenta contra la libertad de conciencia individual; los menores también son sujetos del derecho de libertad de conciencia, así lo reconoce el artículo 3.1 de la Ley Orgánica de Protección Jurídica del Menor.

Sobre las primeras comuniones y las bodas, Enrique Ruiz constata su acusada reducción, hasta el punto de que actualmente se celebran más matrimonios civiles que religiosos.