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lunes, 20 de abril de 2009

Hablar de Memoria Histórica

Pilar y Carmelo Ciria en el acto dedicado a la Memoria


Intervención de Pilar Peruyera en las IV Jornadas Republicanas de La Isla
(Gabinete de Investigación de la Asoc. de MH del Puerto de Sta. Maria)

"Aunque a estas alturas parezca ocioso hablar de Memoria Histórica y de lo que la misma significa, resulta paradójicamente, más necesario que nunca".

La dimensión exacta del término pasa por la reconstrucción de un pasado que a partir del conocimiento riguroso de los hechos otorgue a las victimas de crímenes de lesa humanidad la reparación que por justicia les es debida.
Lo que en el momento de la transición y en aras a la convivencia ha podido valorarse como gesto de generosidad por parte de la izquierda, instalada ya en el poder un tercio de siglo mas tarde, ha devenido en deslealtad a sus orígenes, abandono de sus principios y silencio cómplice con una derecha que, aprovechando la mansedumbre de quienes nos gobiernan y por encima de hechos y cadáveres, ha logrado elaborar y difundir una versión de la historia que legitima su cruzada y que les permite sin empacho declarar en foros internacionales: “Que el franquismo ha sido una época de paz y bienestar” (Mayor Oreja).
Solo cabe hablar pues de injusticia oficial y formal y parafraseando a Camus, concluir “que son tiempos desgraciados los que necesitan luchar por la evidencia”.
Ha sido la postura de nuestros gobernantes la que ha definido, al fin, a nuestro movimiento, dejándonos solos en esa lucha a victimas y afectados frente a archivos deteriorados y dispersos, frente a estatuas y calles que nos recuerdan nuestra condición de vencidos; pero sobre todo ha dejado sin reparación social, moral y económica a los fusilados y desaparecidos (enterrados en fosas comunes para mayor humillación) a los que en las cárceles y campos fueron exterminados por hambre y enfermedades (con 40 gramos de pan y un caldo de acelgas al, día son los hermanos de los campos de exterminio alemán) a los exiliados, a las mujeres que por razones ideológicas o familiares se vieron condenadas a la humillación, a la persecución y a la indigencia y a los niños encarcelados junto a sus madres, sometidos al régimen del Auxilio Social, criados en hospicios y entregados en adopción a los vencedores) Todos ellos durante 40 años no se beneficiaron del derecho a ser españoles.
Como dijo Azaña “cuando se deja de leer la verdad de los gobernantes, la realidad sigue existiendo” y es esa realidad, la columna vertebral del Movimiento Asociativo más importante de la democracia, el Movimiento de Memoria Histórica, que nace en la provincia de León en el año 2.000
Han sido los Familiares, Foros y Asociaciones los que han presionado, luchado y tomado iniciativas, los que han obligado, en definitiva a las instituciones a volver la mirada al pasado.
Los gestos oficiales han ido goteando lentamente con desgana, sin consenso ni convencimiento para terminar, a fuerza de escasos, percibiéndose como inexistentes, quedando al albur y buena voluntad de gobernantes municipales y autonómicos de uno y otro signo, la mayoría de las decisiones.
En el 2002 a los 27 años de la muerte del dictador, el Congreso de los Diputados aprueba una resolución en la que condena por unanimidad la rebelión militar contra la legalidad republicana y a finales de ese mismo año, con motivo del 25 aniversario de la Constitución, se celebra un acto homenaje a las victimas de Franco (un revival de naftalina en palabras del portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes).
Con tales precedentes a nadie puede extrañar que cinco años mas tarde (2.007) se apruebe una Ley de Memoria Histórica que intenta lavar la cara al olvido, sin contemplar la condena jurídica de la dictadura, ni la anulación de los juicios sumarísimos, ni el reconocimiento jurídico de las victimas y por supuesto sin mencionar ni en su exposición de motivos ni en su articulado a la II República.
Entre uno y otro momento han surgido pequeñas iniciativas municipales de índole conmemorativa, se han aprobado leyes que reconocen exiguas compensaciones económicas (pago de pensiones a viudas y niños de guerra, compensación para los presos del franquismo, a partir de los tres años de cárcel) la reforma del Código Civil ha permitido a mas de un millón de exiliados políticos recuperar la nacionalidad española, se ha creado una cátedra en la Universidad Complutense de Madrid en “pro de la reconstrucción de la historia” y se ha celebrado el año 2006 como año de la Memoria Histórica. Pero eso no es todo.
Paralelamente las Hijas de la Caridad, orden que ocupó las cárceles de mujeres, reciben el premio Príncipe de Asturias y Benedicto XVI celebra en la Basílica del Vaticano un acto de beatificación de 498 “Caídos por Dios y por España” en presencia de nuestra vicepresidenta M. Teresa Fdez. De la Vega que parafraseando a nuestro compañero Floren Dimas “vestida de luto se postra de hinojos en la ceremonia, marcando con este gesto de indecencia política la distancia moral que la separa de Ángela Merkel”. Así las cosas no puede decirse que hayan cambiado tanto.
¿Dónde cabe pues, que nos situemos?
Martín Pallín en el País del 20 de Marzo último decía “que los muertos conocen la verdad y han aprendido ha esperar”, nuestro sitio está a su lado, luchando porque esa verdad, sea patrimonio de las generaciones futuras y sean ellas las que devuelvan a este país el sentido de la justicia y la dignidad que tanto necesita.

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